Las autoridades de Roma han colocado en la Fontana de Trevi —uno de los lugares más emblemáticos de una de las ciudades más visitadas del mundo— una plataforma temporal por la que "desfilarán" los turistas durante los próximos meses mientras finalizan los trabajos de remodelación de cara al año Jacobeo.
No obstante, los visitantes no están contentos con dicha pasarela. Los turistas que visitan la famosa fuente buscan, entre otras cosas, lanzar sus monedas de la suerte a la misma. Sin embargo, ahora se encontrarán con una versión temporal y menos atractiva: una piscina pequeña sin el encanto de la histórica alberca. De hecho, la nueva instalación ha sido calificada por el New York Times como "una piscina municipal espantosa".
Esta medida, presuntamente temporal, servirá de ensayo para un futuro cobro por el acceso a la plaza. Y es que parece que las autoridades locales quieren regular el turismo en la zona y mejorar la experiencia de los turistas, evitando la saturación.
No obstante, si bien el Ayuntamiento quiere cobrar por acceder a las escaleras que conducen hasta la 'fontana', no quiere renunciar a la recaudación de las monedas lanzadas por los turistas y por ello ha colocado la pequeña piscina.
Esta es la primera vez en más de 300 años que se implementarán medidas de control en el sitio, que recibe alrededor de 4 millones de visitantes anuales. La iniciativa responde a la creciente presión por el exceso de turismo en los principales destinos.
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