Un avión de Spirit Airlines que volaba de Fort Lauderdale (Florida, Estados Unidos) a Puerto Príncipe (Haití) fue atacado con armas de fuego al intentar aterrizar en la capital haitiana: una tripulante resultó herida y el vuelo tuvo que desviarse a Santiago de los Caballeros, en República Dominicana.

Solo unos días después, otro avión de la compañía JetBlue recibió el impacto de una bala al despegar. No obstante, esta aeronave sí pudo completar su vuelo hasta Nueva York (Estados Unidos), aunque la compañía también ha anunciado una suspensión temporal de sus vuelos al país caribeño.

Estos incidentes han tenido lugar en plena crisis de violencia en Haití, donde bandas armadas controlan gran parte de la capital.