El gran incendio que afecta a Madeira (Portugal) desde el pasado miércoles continúa fuera de control, avivado por fuertes vientos y altas temperaturas.
Las llamas han arrasado aproximadamente 5.000 hectáreas, lo que ha llevado al desalojo de unos 160 vecinos y al cierre de numerosas carreteras. También se han tenido que cancelar más de 60 vuelos, dejando a cientos de viajeros sin poder volver a su hogar.
Los pasajeros de los vuelos cancelados han tenido que dormir en colchonetas dentro del aeropuerto y les dieron vales de comida por el valor de 12€.
Actualmente los equipos de extinción se centran en evitar que el fuego alcance la reserva de laurisilva, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco; y aunque las condiciones meteorológicas han mejorado ligeramente, el presidente regional ha advertido que el incendio sigue activo en varias áreas críticas.
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— Johannes Riehl (@jvrlive) August 17, 2024
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